Economía
Embajadora de EE.UU. advierte a Polonia sobre impuesto tecnológico, amenaza represalia de Trump.
Semana tras semana de su esperado nombramiento como embajador estadounidense en Polonia, Thomas Rose ha desatado una disputa transatlántica al instar públicamente a Varsovia a abandonar sus planes para un nuevo impuesto a las grandes empresas tecnológicas. El choque pone de manifiesto una creciente tensión entre Washington y sus aliados europeos en torno a la imposición digital y la libertad de expresión, con Polonia en el centro de la mira.
Polonia está considerando un nuevo impuesto a las grandes empresas tecnológicas como Google y Facebook, una medida que ha generado críticas por parte del próximo embajador estadounidense en Polonia, Thomas Rose, quien advirtió sobre posibles repercusiones del presidente Trump. El impuesto propuesto, cuyo objetivo es asegurar que los gigantes digitales paguen su justa parte en el mercado polaco, ha provocado una serie de tensiones diplomáticas y ha planteado interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Polonia.
Polonia está considerando implementar un impuesto digital a las grandes empresas tecnológicas como Google y Facebook, una medida que ha suscitado fuertes críticas por parte del próximo embajador estadounidense en Polonia, Thomas Rose. El impuesto propuesto tiene como objetivo capturar una parte de los ingresos que estas empresas generan dentro de Polonia, ya que a menudo utilizan jurisdicciones con impuestos más bajos como Irlanda para fines fiscales. El ministro de Asuntos Digitales, Krzysztof Gawkowski, declaró que el impuesto es una cuestión de “justicia social”, argumentando que los gigantes digitales están obteniendo ganancias significativas de los usuarios polacos y deberían contribuir al presupuesto polaco. Además, señaló que 35 países, entre ellos Francia, el Reino Unido y Canadá, ya han implementado impuestos digitales similares. Los ingresos previstos se destinarían a apoyar a las empresas tecnológicas polacas y a los medios de comunicación.
Sin embargo, Rose, designado por el presidente Donald Trump, ha denunciado públicamente el plan, calificándolo de “no muy inteligente” y prediciendo repercusiones negativas para la relación entre Polonia y Estados Unidos. En una publicación en las redes sociales, advirtió que el presidente Trump “reciprocara” con medidas de represalia, aconsejando explícitamente a Polonia que “rescinda el impuesto para evitar las consecuencias”. Esta intervención destaca un posible choque entre el deseo de Polonia por aumentar los ingresos fiscales y las preocupaciones de la administración estadounidense sobre las medidas proteccionistas que afectan a las empresas tecnológicas estadounidenses.
La crítica de Rose no fue aislada. Poco después de su nombramiento, publicó y posteriormente eliminó una larga publicación en X, criticando políticas más amplias de la Unión Europea que cree que obstaculizan a las empresas estadounidenses. Citó específicamente barreras al acceso al mercado para las empresas tecnológicas estadounidenses y criticó los planes de un impuesto digital de servicios de la UE que se dirige a empresas como Google, Apple, Facebook y Amazon. Esto sugiere una perspectiva más amplia de Rose, considerando el impuesto polaco como parte de un patrón más amplio de políticas perjudiciales para los intereses comerciales estadounidenses.
La administración Trump ha señalado una postura firme contra los impuestos a los servicios digitales a nivel mundial. El mes pasado, Trump mismo indicó que consideraría implementar aranceles en respuesta a cualquier gravamen impuesto a las empresas tecnológicas estadounidenses. A esto le siguió la implementación de una nueva regla que establece que los países que impongan “cargas indebidas” a las empresas estadounidenses se enfrentarían a aranceles. La Comisión Europea respondió afirmando su derecho a “hacer cumplir nuestras leyes de manera justa y sin discriminación”, enfatizando que tales impuestos garantizan que todas las empresas, independientemente de su origen, paguen una “parte justa” en los mercados donde generan ingresos y beneficios. La creciente tensión subraya el potencial de disputas comerciales entre Estados Unidos y Europa en materia de imposición digital.
A pesar de su fuerte crítica inicial, Rose intentó suavizar su postura en una entrevista reciente con el conservador radiodifusor polaco wPolsce24. Dijo que la administración Trump respetaría las decisiones de países soberanos como Polonia y no interferiría en los asuntos internos. Además, enfatizó que los diplomáticos estadounidenses no criticarían las acciones de aliados democráticos simplemente porque no se alinean perfectamente con los intereses de Estados Unidos en un momento dado, retratando a Polonia como un “socio igual” que no debe ser “mirado por encima”. Este intento de asegurar sugiere una conciencia de la necesidad de equilibrar la defensa de los intereses estadounidenses con el mantenimiento de relaciones diplomáticas positivas.
La situación se complica aún más por una disputa diplomática separada que involucra al ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski. Sikorski recientemente se vio envuelto en un desacuerdo público con la administración Trump después de sugerir que Elon Musk había amenazado a Ucrania. Esto provocó críticas del secretario de Estado estadounidense Marco Rubio y Musk, quien respondió a Sikorski con un comentario despectivo, diciéndole que “se callara, hombre pequeño”. Este incidente destaca el potencial de relaciones tensas entre Polonia y Estados Unidos, incluso más allá del tema del impuesto digital, y demuestra la sensibilidad de navegar por las relaciones internacionales bajo la administración Trump.
El impuesto digital propuesto y la intervención de Rose han provocado un debate dentro de Polonia. Algunos comentaristas han señalado la entrevista de Rose, sugiriendo un posible cambio en su enfoque y un deseo de evitar una confrontación directa con Polonia. Sin embargo, la tensión subyacente persiste, con el potencial de que Estados Unidos responda a Polonia si se implementa el impuesto. La situación subraya la compleja interacción entre los intereses económicos nacionales, las relaciones comerciales internacionales y las consideraciones diplomáticas, particularmente bajo una administración conocida por sus políticas proteccionistas y su postura de política exterior asertiva.
El nombramiento del nuevo embajador estadounidense en Polonia, Thomas Rose, ha generado tensiones diplomáticas tras sus críticas al impuesto digital polaco sobre empresas tecnológicas, advirtiendo sobre posibles represalias de la administración Trump. Este conflicto, que incluye una disputa entre el ministro de exteriores polaco y funcionarios estadounidenses, pone de manifiesto la delicada relación entre política económica y relaciones internacionales, dejando incierto el futuro de la relación entre Polonia y EE.UU. y su estrategia para gravar a las grandes empresas digitales.