Economía

El Efecto Dominó de la Democracia: Mujeres y Trabajo

¿Sabías que el tipo de gobierno bajo el que una mujer crece puede influir significativamente en sus futuras elecciones profesionales? Un estudio innovador revela una sorprendente conexión entre las sociedades democráticas y una mayor participación femenina en el mercado laboral, sugiriendo que los sistemas políticos tienen una influencia duradera en la vida económica de las mujeres.

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10 jul 2025 - CLT

Un nuevo estudio revela una sorprendente conexión entre las sociedades democráticas y la participación femenina en la fuerza laboral. La investigación del profesor de economía de la UC Riverside, Ugo Antonio Troiano, que analiza datos globales desde el siglo XIX en adelante, demuestra que las mujeres que crecieron en democracias son significativamente más propensas a incorporarse al mercado laboral en comparación con aquellas criadas bajo regímenes autocráticos. Este hallazgo contribuye a la comprensión de cómo los sistemas políticos impactan en los resultados económicos, particularmente para las mujeres.

Un estudio reciente del profesor de economía de la UC Riverside, Ugo Antonio Troiano, revela un impacto significativo y duradero de las sociedades democráticas en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Más allá de los beneficios de las libertades personales, a menudo citados, esta investigación demuestra una ventaja económica tangible para las mujeres criadas bajo el régimen democrático. El extenso análisis de Troiano de datos políticos y laborales globales, que se remonta al siglo XIX, proporciona evidencia convincente de que el entorno político experimentado durante la adolescencia juega un papel crucial en la configuración de la probabilidad de una mujer de unirse a la fuerza laboral.

Para llegar a estos hallazgos, Troiano combinó meticulosamente datos de dos fuentes clave. El Proyecto Polity IV, una medida ampliamente reconocida del nivel de democracia o autocracia de un país a lo largo del tiempo, proporcionó una puntuación numérica para cada nación, que oscilaba entre una autocracia completa (-10) y una democracia completa (+10). Esto permitió una evaluación cuantitativa del panorama político en el que crecieron los individuos. Complementando esto, los datos de la Encuesta Mundial de Valores, que rastrea la evolución de las actitudes sociales a nivel mundial, permitieron a Troiano examinar cómo los sistemas políticos influyen en las creencias y normas. Al integrar estos conjuntos de datos, pudo aislar el efecto específico de las instituciones políticas en la participación de las mujeres en la fuerza laboral, controlando cuidadosamente otros factores potencialmente influyentes, como el nivel educativo, las normas culturales predominantes y las condiciones económicas generales de un país.

El hallazgo central del estudio es que el entorno político durante los años de formación de una mujer, específicamente la adolescencia, tiene un impacto profundo y duradero en su compromiso económico. El trabajo de Troiano se alinea con la investigación existente en psicología social, que destaca el período entre los 16 y los 25 años como particularmente susceptible a experiencias que dan forma a las creencias y comportamientos a largo plazo. Como afirma el propio Troiano, “Cuanto más democrático era un país cuando una mujer tenía 18 años, más probable era que se uniera a la fuerza laboral”. Esto sugiere una ventana crítica durante la cual la exposición democrática influye significativamente en la trayectoria profesional futura de una mujer.

Cuantificando este impacto, Troiano encontró una correlación estadísticamente significativa entre la exposición democrática durante la adolescencia y el aumento de la participación en la fuerza laboral. Específicamente, por cada aumento de una desviación estándar en la puntuación de democracia de un país durante la adolescencia de una mujer, una medida estandarizada de cuánto se desvía la puntuación de democracia del promedio, su probabilidad de unirse a la fuerza laboral aumentó en al menos un 2,6%. Esto proporciona una medida concreta de la influencia positiva de las instituciones democráticas en la participación femenina en la fuerza laboral.

Explorando los mecanismos subyacentes detrás de este fenómeno, la investigación de Troiano apunta al papel del gobierno democrático en la reducción de las actitudes discriminatorias hacia las mujeres en el lugar de trabajo. Un hallazgo particularmente revelador proviene de las respuestas a la declaración de la encuesta: “Cuando los trabajos son escasos, los hombres deberían tener más derecho a un trabajo que las mujeres”. Las mujeres que crecieron en sociedades democráticas eran significativamente más propensas a rechazar esta idea discriminatoria en comparación con las criadas bajo el régimen autocrático. Esto sugiere que los entornos democráticos fomentan puntos de vista más igualitarios con respecto a los roles de género en la esfera profesional.

Además, el estudio de Troiano sugiere que las democracias contribuyen a una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral al crear más modelos femeninos a seguir. Esta hipótesis se alinea con los principios establecidos en economía política y economía del desarrollo, que enfatizan la importancia de los líderes con los que se puede relacionar en la inspiración de las aspiraciones. En las sociedades donde las figuras políticas son predominantemente masculinas, es más probable que los niños pequeños se imaginen a sí mismos en puestos de liderazgo, mientras que las niñas pueden carecer de una inspiración similar. Las democracias, con su mayor énfasis en la inclusión, tienden a tener mayores tasas de representación política femenina, lo que ayuda a abordar este desequilibrio.

La “hipótesis del modelo a seguir” postula que cuando las mujeres jóvenes observan a otras mujeres en roles profesionales durante sus años de impresión, es más probable que busquen carreras ellas mismas. Troiano elabora sobre esto, afirmando: “Los dictadores masculinos pueden servir como modelos a seguir solo para los niños, mientras que las políticas femeninas, que son más comunes en las democracias, también tienen más probabilidades de inspirar a las niñas”. Los datos históricos respaldan firmemente esta noción, mostrando que en los últimos 50 años, las democracias han tenido consistentemente tasas significativamente más altas de representación política femenina en comparación con los regímenes autocráticos. En marcado contraste, casi el 99% de todos los dictadores a lo largo de la historia han sido hombres, lo que destaca aún más la disparidad en los modelos a seguir disponibles en diferentes sistemas políticos.

Las implicaciones de los hallazgos de Troiano para los responsables políticos son significativas. El estudio subraya que las políticas destinadas a proteger y fortalecer la democracia no se refieren únicamente a la salvaguarda de los derechos políticos; también producen beneficios económicos tangibles, particularmente para las mujeres. La implementación de medidas como elecciones libres y justas, la promoción de estructuras de gobernanza inclusivas en cuanto al género y la promulgación de protecciones legales para las mujeres pueden servir como herramientas eficaces para aumentar la participación femenina en el mercado laboral. Esto, a su vez, puede conducir a ventajas económicas más amplias, incluidas tasas de pobreza reducidas, un mayor crecimiento del PIB y una mayor innovación, como lo demuestra la investigación anterior.

La investigación de Troiano se basa y complementa el trabajo fundamental de la economista de la Universidad de Harvard, Claudia Goldin, quien recibió el Premio Nobel de Economía 2023 por su investigación que documenta las barreras históricas que han enfrentado las mujeres en la fuerza laboral y los factores económicos que influyen en las disparidades de género. Si bien Goldin proporcionó un análisis histórico y económico exhaustivo de estas disparidades, el estudio de Troiano agrega una dimensión crucial al demostrar cómo las estructuras políticas e institucionales de todo el mundo influyen en estas disparidades a lo largo del tiempo. Su trabajo destaca la interconexión de los sistemas políticos y los resultados económicos para las mujeres.

El estudio, titulado “Women in the Labor Market and Experienced Political Institutions”, fue publicado en la estimada revista Economics & Politics. Troiano reflexiona sobre su motivación para esta investigación, afirmando: “Las instituciones democráticas son, por definición, inclusivas, incluso en términos de género. Así que creo que definitivamente hay una conexión”. Agrega: “Esta conexión es lo que me inspiró a trabajar en esto, a comprender cómo fomentar una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral”. Su investigación proporciona información valiosa sobre cómo se pueden aprovechar las estructuras políticas para promover la igualdad de género y el empoderamiento económico.

Un nuevo estudio revela una fuerte conexión entre las sociedades democráticas y una mayor participación femenina en la fuerza laboral. Experimentar la democracia durante la adolescencia aumenta significativamente la probabilidad de que una mujer se incorpore al trabajo, probablemente debido a la reducción de la discriminación y la presencia de modelos femeninos en puestos de liderazgo. Esta investigación subraya los beneficios económicos tangibles de proteger la democracia, que van más allá de las libertades políticas, empoderando a las mujeres e impulsando un crecimiento económico más amplio, un argumento convincente para priorizar la gobernanza inclusiva y las políticas que defienden la igualdad de género.

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