La investigación del comportamiento feline ha sido obstaculizada durante mucho tiempo por la falta de cooperación de los gatos en entornos controlados de laboratorio. Para superar este reto, investigadores de la Universidad de Montreal utilizaron un enfoque innovador para estudiar el dolor crónico en los gatos. El equipo principal objetivo era evaluar la actividad eléctrica en las cabezas de gatos conscientes y explorar opciones de tratamiento alternativas para la osteoartrosis y el dolor crónico en adultos, que afectan aproximadamente un cuarto de la población. Al utilizar un método EEG novedoso e incorporando estímulos sensoriales como olores y iluminación, los investigadores buscaban desarrollar nuevas vías para investigar los mecanismos del dolor crónico y desarrollar estrategias terapéuticas innovadoras.

Nuestros señores felinos no son particularmente conocidos por obedecer órdenes de meros humanos, lo que puede hacer que sea difícil estudiar sus comportamientos en entornos de laboratorio controlados. Así que un cierto grado de ingeniosidad es necesario para obtener resultados útiles, como tejer adorables sombreros pequeños para gatitos que participan en experimentos de electroencefalogramas (EEG). Eso es lo que investigadores de la Universidad de Montreal en Quebec, Canadá, hicieron para aprender más sobre la evaluación de dolor crónico en gatos —y lo lograron. Según su reciente artículo publicado en el Journal of Neuroscience Methods, es la primera vez que científicos han registrado la actividad eléctrica en los cerebros de gatos conscientes. Según los autores, uno de cada cuatro adultos sufren de osteoartritis y dolor crónico que empeora con la edad. Hay opciones limitadas de tratamiento, a saber, medicamentos antiinflamatorios no esteroidales, que pueden tener efectos secundarios significativos para los gatos. Se ha desarrollado recientemente un anticuerpo inyectable monoclonal para gatos para neutralizar el factor de crecimiento nervioso excesivo, pero otras opciones de tratamiento alternativas como suplementos y medicina regenerativa aún no han sido probadas. Tampoco se ha probado la efectividad de ciertos olores u iluminación en alterar la percepción del dolor en felinos. Eso fue el objetivo principal de los experimentos de la equipe de Montreal. Inicialmente, trataron de colocar electrodos en las cabezas de 11 gatos adultos conscientes con osteoartritis, pero los gatos se sacudieron los electrodos.

Gatos conscientes han sido registrados por primera vez en experimentos de EEG, con investigadores evaluando su actividad cerebral en respuesta a estímulos sensoriales. Los hallazgos del estudio podrían abrir el camino para investigar los mecanismos de dolor crónico y desarrollar estrategias terapéuticas innovadoras en gatos. Se necesita más investigación para explorar la efectividad de opciones de tratamiento alternativas, como suplementos y medicina regenerativa.